Una palabra y cuatro letras sin relación
alguna entre ellas. El orden de los factores sí altera el resultado en este
‘caso’. Porque… ¿es la misma ‘cosa’ ese desastre llamado CAOS que un grupo de
‘ocas’?
Una palabra y cuatro letras sin relación alguna
entre ellas. Eso es todo lo necesario para desordenar nuestra vida, para subir
por el sendero donde hay más piedras, para querer dejarse arrastrar por las
olas de la costa. La vida no es difícil, nosotros la complicamos cuando
crecemos.
Y ahora que estoy absorta en este CAOS
llamado madurez comprendo a Peter Pan que prefirió volar por siempre, pasar
entre las nubes para evitar rasparse las rodillas. Ahora es cuando odio a Wendy
por volver aquí abajo, a la realidad, y obligarnos a los demás niños perdidos a
vivir una vida que no era la nuestra. ¿Y si yo quería quedarme junto a
Campanilla?
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